El asesinato de Ismail Haniyeh constituyó una afrenta directa a las tres naciones que articulan de manera conjunta muchas de sus decisiones.

Mientras Estados Unidos continúa auxiliando a las fuerzas del Ejército israelí, tres países de los BRICS: Irán, Rusia y China coordinan una estrategia de apoyo diplomático y militar a favor de la causa Palestina.

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Por la parte iraní, el ministro interino de Asuntos Exteriores, Ali Bagheri Kani, reiteró los esfuerzos de Teherán para evitar la guerra regional total que desea desencadenar el régimen sionista.

La manifestación tiene lugar luego de la provocación israelí del pasado 31 de julio, cuando el líder político del movimiento de resistencia palestina, Hamás, fue asesinado en la capital iraní en las vísperas de la juramentación del nuevo presidente, Masoud Pezeshkian.

Pese a que la prensa occidental especula con la reacción al atentado, es poco probable que la misma se de en momentos cuando Estados Unidos y los miembros del G7 presionan con un posible acuerdo de alto al fuego en Gaza, ya que lo mismo justificaría nuevos ataques occidentales contra la población víctima de un genocidio.

Al respecto, el representante de Hamás en el Líbano, Ahmed Abdel Hadi, expresó sus declaraciones sobre el proceso de negociación entre el Movimiento de Resistencia e Israel. Desde luego, aseguró que no asistiría al intento de pacto y que el clima general es de mentira y dilación por parte de Netanyahu.

Esto, mientras varios países europeos piden a Irán «que se abstengan de cualquier ataque que pueda agravar las tensiones regionales y poner en peligro la posibilidad de un alto el fuego y la liberación de rehenes. Serán responsables de las acciones que socaven esta oportunidad de paz y estabilidad. Ningún país o nación se beneficiará de mayores tensiones en el Medio Oriente ”.

En medio de estas circunstancias, Reino Unido, Francia y Alemania emitieron una declaración donde solicitan «a Irán y sus aliados que se abstengan de cualquier ataque que pueda agravar las tensiones regionales y poner en peligro la posibilidad de un alto el fuego y la liberación de rehenes».

La reacción coordinada

En tanto, las provocaciones israelíes, en particular el asesinato de Haniyeh, constituyeron una afrenta directa a los tres principales miembros de los BRICS: Irán, Rusia y China.

Mientras la diplomacia persa respondió al comunicado, con una defensa de su «derecho legítimo» a salvaguardar la soberanía nacional, así como a crear un elemento disuasivo contra las fuerzas sionistas, catalogadas como la verdadera fuente del terrorismo en Asia occidental.

El titular chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, llamó vía telefónica a su homólogo iraní Ali Bagheri Kani (interino) el pasado lunes y brindó su apoyo a todos los esfuerzos de Teherán para garantizar la paz y estabilidad regionales.

El asesinato de Ismail Haniye fue visto por Beijing como un ataque imperdonable a los importantes esfuerzos diplomáticos de China.  Más si se tiene en cuenta que Beijing consideró el asesinato como un ataque imperdonable a los importantes esfuerzos diplomáticos de China, pocos días después de la firma de la  Declaración de Beijing  por parte del líder de Hamás y otros representantes políticos palestinos.

Asimismo, el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas, se reunió con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en su residencia Novo-Ogaryovo en Moscú este martes. Durante el intercambio, el mandatario del gigante eslavo expresó su preocupación por los sucesos de Oriente Medio y de Palestina, en particular.

En Moscú, Abbas dijo que habían discutido sobre los BRICS: «Llegamos a un acuerdo verbal de que Palestina sería invitada como observador «, y expresó su esperanza de que «este proyecto pueda llevarse a la práctica en el marco de una reunión de los BRICS«.

Moscú intenta propiciar así un nuevo proceso político en Palestina con los medios a su disposición como potencia política, de una manera mucho más enérgica que los chinos. No obstante, Abbas se resiste a la idea.

Pero Rusia ha demostrado, sobre todo en África, la importancia en la cooperación en seguridad para asistir a naciones históricamente subordinadas al imperialismo occidental.

En ese sentido, recientemente aviones rusos aterrizó en Irán y se especulan que podría haber trasladado material militar y el Secretario del Consejo de Seguridad Nacional, Sergei Shoigu, viajó recientemente a Teherán para reunirse con el Jefe del Estado Mayor iraní, el mayor general Bagheri, precisamente para discutir los puntos más finos de su asociación estratégica a nivel mundial, incluido el ámbito militar.

Tras el encuentro mayor general Bagheri, habló claro al tridente que integra los BRICS: » Daremos la bienvenida a la cooperación tripartita de Irán, Rusia y China,  así es como los Estados civilizados se unen concretamente para combatir el espíritu de guerra eterna arraigado en la plutocracia “democrática” occidental.»

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